CEREMONIA MAYA
Tradición en aumento
Lejos de ir desapareciendo, en los últimos años muchas personas indígenas y también mestizas se han ido acercando a los abuelos y abuelas para preservar y promover su cultura e identidad. Incluso los turistas se acercan a conocer y vivir la espiritualidad maya.
Tras cientos de años de discriminación, primero por españoles y luego por criollos, a partir de la firma de los acuerdos de paz firmados en 1996, a los sacerdotes mayas ya no se les discrimina, sino que se les va tomando en cuenta. Guatemala es un país donde aproximadamente el 60% de la población es indígena. Por eso, una de las premisas que más se oyen entre los defensores de la cultura es que ‘los mayas no solo fueron los primeros pobladores de estas tierras y desaparecieron, los mayas siguen vivos. Estamos vivos y queremos celebrar nuestra identidad, nuestra lengua y nuestras tradiciones’.
En la imagen, se celebra una ceremonia en el Parque nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo, en el Departamento de Petén.
El Altar sagrado. Lugar de ceremonias
Los antiguos mayas pensaban que existían ciertos puntos específicos donde la energía del universo se concentraba. Ahí construyeron sus ciudades y en el centro de las plazas asentaron pesados círculos de piedra y los nombraron lugares sagrados, idóneos para oficiar ceremonias.
En el primer paso del ritual, el guía invoca a las 4 esquinas del universo y a los 4 árboles que sostienen la bóveda celeste según la Cosmovisión Maya (los puntos cardinales) encerrados en un círculo. El número 4 representa también los colores del maíz, alimento sagrado de los mayas que fue también la base de sus grandes avances astronómicos y la configuración de su calendario.
Si sumamos todos los elementos encerrados en el círculo comprobaremos que el resultado es 13, número sagrado maya.
La Marimba
Diversos estudios fijan su origen en África, pero a través de los esclavos africanos fue introducida en Centroamérica, entre 1530 y 1680. A partir de ahí, su uso se fue extendiendo entre toda la población indígena, que hizo de ella un instrumento esencial en cualquier evento o celebración folclóricas hasta nuestros días. Tanto es así que la marimba está considerada desde el año 1999 como instrumento Patrio de la República de Guatemala.
Bendiciones
La marimba, como la tierra, también es bendecida con algún tipo de aguardiente o ‘guaro’, como le llaman los locales. Además de la marimba, en la ceremonia también pueden participar otros instrumentos de viento como la chirimía o el caracol e instrumentos de percusión como el tun o el tambor.
El ‘guaro’ es necesario según la cosmovisión maya por su valor medicinal, siempre que se tome con medida, pero en algunas celebraciones ha sido prohibido por el abuso de algunos de sus asistentes.
El Ajq’ij, el Sacerdote Maya
La palabra Ajq’ij proviene del idioma quiché y significa ‘contador de los días’. Es el guía espiritual, es la persona encargada de llevar a cabo la ceremonia. Representa la sabiduría y tiene la capacidad de interpretar las señales del fuego, los mensajes del Ajaw y los ancestros.
El guía se distingue de los demás miembros por el uso del ‘Sut’, un paño con el que cubre su cabeza, y el ‘Pas’ o banda roja con que ciñe su cintura. Estos dos elementos de su vestimenta sirven para equilibrar sus energías durante las ceremonias. El color rojo representa la claridad, la fuerza.
En la actualidad no existe un número registrado de Ajq’ij o guías espirituales, pero sí existen al menos cuatro organizaciones de guías espirituales que tienen participación en la vida pública y política. En la imagen vemos al guía maya quiché Juan Camajá.
Cómo se desarrolla la ceremonia
La importancia del ritual está explicada en el libro sagrado ‘Popol Wuh’, que explica cómo la ceremonia intervino en la creación del mundo.
La celebración debe realizarse siguiendo un orden claro para conseguir los resultados que se esperan, aunque este orden varía según la región geográfica, etnia o recursos para obtener los materiales.
El idioma también es importante, el guía espiritual utiliza su idioma materno para su comunicación con los dioses. En Guatemala se hablan, además del español, 23 lenguas indígenas.
El significado de los colores
Los colores no son tomados al azar, sino que provienen de la naturaleza. El azul representa el agua y el cielo, el verde la naturaleza, las plantas y los animales. Los demás colores están relacionados con el alimento sagrado: el maíz, usado en Mesoamérica desde hace unos 8.000 años. En el maíz rojo está la sangre, el sol y la fuerza, el negro representa la muerte y la oscuridad, en el blanco descansan la pureza, el aire, la vida y en el amarillo la riqueza: la semilla que da lugar a la vida.
Las ofrendas
Son más de 30 ‘ingredientes’ los materiales que se ofrendan a los abuelos, aunque su número varía dependiendo del tipo de celebración, de grupo maya o de las posibilidades económicas, pero entre los principales encontramos el ‘pom’ o copal, que es un conglomerado de resina muy oloroso, el ocote, una madera de fácil combustión, candelas de diferentes colores, chocolate, diferentes tipos de incienso, canela, azúcar, puros y cigarros, mirra y algún tipo de aguardiente.
Cultivando el fuego
Nunca se debe encender el fuego en un altar maya directamente, sino que previamente, mientras el Sacerdote va colocando todas las ofrendas cuidadosamente, se prende el fuego inicial en un incensario, como una primera llamada a las fuerzas del universo, los abuelos, el Ajaw.
El acercamiento al Ajaw
Según la Cosmovisión Maya, el Ajaw es el creador de todo, es el universo y la vida. Se manifiesta en todos los elementos: el aire, el cielo, el agua, la tierra y, por supuesto, el fuego. La Ceremonia Maya es una forma de acercarse y entablar comunicación con el Ajaw mediante el lenguaje del fuego.
La Importancia del Fuego
El fuego tiene una importancia vital en la ceremonia maya. Es como un mapa, un lenguaje de señales y símbolos que solo el guía sabrá interpretar. Según la intensidad, la forma de las llamas y la rapidez con la que arde, el guía interpretará las señales que envía el Ajaw.
Limpiar el espíritu
En el transcurso del rito, el guía pasa algún material sagrado por el cuerpo de los asistentes, entre rezos, plegarias y cánticos. Luego entrega un poco de incienso, laurel, canela o alguna hierba aromática para que lo coloquen en el fuego como ofrenda. Es una forma de purificación, de limpieza espiritual en la que se eliminan las energías negativas o las enfermedades que padecen.
La esencia de la ceremonia
La Ceremonia suele durar unas tres horas, aunque en algunas celebraciones en comunidad pueden durar vigilias e incluso algunos días. Es una celebración comunitaria, donde desaparece la individualidad y las energías comunes se concentran alrededor del fuego. La conexión con el universo se hace más fuerte, uno se siente más ligado a las plantas, los animales y todos los elementos de la Madre Tierra.
Saber de generaciones
Decenas de generaciones han pasado desde que Pedro de Alvarado llegara a Guatemala en 1524. Contemplar una ceremonia es observar al pasado a través del presente. Es el legado que dejaron los ancestros mayas a sus nietos de hoy en día, a la humanidad. Ahí se sintetiza toda la sabiduría del mundo antiguo. Es el esfuerzo de los abuelos por trasladar el conocimiento y de sus hijos y nietos por aprender.
En la imagen, el guía Juan Camajá se abraza con su hijo, quien le acompaña a cada ceremonia aprendiendo de la sabiduría de su progenitor y esperando algún día poder ejercer también esta labor.
Despedida y cierre
Cuando el fuego se ha removido lo suficiente y va menguando su fuerza, el guía comparte sus impresiones con los asistentes, qué ha visto en el fuego. La ceremonia finaliza con el agradecimiento al Ajaw, se realiza una invocación de cierre y se despide del lugar sagrado.
Mundo Maya como pieza fundamental del Turismo
El pasado mes de marzo de 2015 el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) presentó un plan enfocado en el desarrollo de un turismo sostenible para los próximos diez años. Según el Inguat, Guatemala creció por encima del 15% en los ingresos generados por concepto de turismo en los últimos tres años y el número de personas se incrementó también un 12% en el mismo periodo.
Un eje fundamental del plan es la promoción del universo maya, una cultura que está muy asociada a México, pero cuyo epicentro fue Guatemala, un país que cuenta actualmente con más de 60 zonas arqueológicas, la mayoría en el departamento de Petén, al norte del país.